Triunfo de visitante, eso es notable y se suma a las ya siete fechas de invicto que tiene el equipo de Pusineri, otro logro que hace tiempo no se veía. Seis meses pasaron antes de que pudiéramos traer tres puntos de una excursión, sumamos, estamos arriba en la tabla, tenemos buena diferencia de gol (+6), pero, viejo, no nos digamos mentira, la forma en que estamos logrando estos resultados es, cuanto menos, discutible.
En la noche del jueves 07 ante Patriotas el Deportivo Cali, nuestro verdiblanco, tuvo algo más que suerte, no fue un cabezazo en el último minuto sino el no cobro de un penal claro.
Y no importa, igual, con o sin el penal, el destino de ese partido estaba marcado para el empate, pero lo rompimos merced a un gol del canterano Christian Rivera que, como un mago, sacó un gol de la nada gracias a un remate de larga distancia, eso que los del fútbol llaman “un gol de otro partido”.
Con el resultado a favor la poca generación de fútbol con desde un Carlos Carbonero que aun no luce con los azucareros como se espera daría para que, con orden, pero sin control de balón el Cali trajera a casa los puntos.
Un cambio que le dio la vuelta a todo.
Al minuto 71 Carlos Rodriguez ingresó por Carbonero y ahí el equipo se movió, se sacudió de la pausa en la que estaba y empezó a moverse mejor, a verse mejor y a tratar a la pelota como lo que es: una diosa.
Ganamos en profundidad, en apertura de espacios y en emociones, el partido era un ladrillo de aquellos.
El árbitro decidió pitar un penal a favor nuestro, la verdad no lo vi claro y tras el cobro de Juan Ignacio Dinenno pusimos el segundo gol en el tablero. Poco tiempo después a pase de Kevin Velasco el argentino remato con precisión desde fuera del área para que cantáramos y celebráramos el tercero.
Ganamos y eso es muy bueno, sumamos y eso es aun mejor. Estamos en la parte alta de la tabla, nuestra cosecha de puntos es suficientemente buena y empezamos, con las fechas sin perder, a vernos con regularidad y sin la amargura de la derrota.
Faltan cosas, obvio sí, estar conformes con lo que se ve no está en nuestra naturaleza, pero tampoco nos da para, como Carlos Antonio Vélez, salir a destruirlo todo simplemente porque el ojo no se llena con lo lírico.
Es cierto, dentro de lo dicho por el comentarista, “el Cali tiene más puntos que fútbol”, tampoco vamos a tapar el sol con un dedo, pero llegar a compararlo con la mezquindad infinita exhibida en la cancha el año pasado no da.
Hay que ver más allá del resultado siempre. Debemos mejorar en la tenencia, en la profundidad, en la generación de juego y en el control del partido con el balón. La suerte no es eterna y os árbitros pueden equivocarse para ambos lados, tenemos mucho más que eso, hay que usarlo y aprovecharlo mejor.
Muy buen partido de Rivera, debut positivo para Delorenzi en la zaga azucarera y como profesional, inmejorable entrada de Rodriguez y contento por el ingreso de Arroyo, la juvenil promesa. Hay como hacer cambios y darle descanso a aquellos que todavía no cuajan un buen rendimiento en la titular. Opciones hay, no nos muramos de hambre con la nevera llena.
Deportivo Cali no juega bonito, no juega a lo que nos gusta o preferiríamos ver, juega a lo Pusineri, aguantar, controlar y aprovechar cada oportunidad, con o sin suerte, sumamos, con o sin fútbol ganamos y así es mucho mas fácil trabajar, conocer al plantel y mejorar, se hará, bueno, al menos eso espero.
Vamos Cali, vamos a Ipiales contra el Pasto a seguir sumando, ojalá mostrando más y así consolidar la posición en la tabla.
Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá.
*Foto: Diario Occidente
Muy buen comentario esa fue la realidad del partido y como dice a esperar que sigan mejorando partido tras partido
Me gustaMe gusta