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«Con la ilusión intacta, creyendo en nosotros y doblegando los esfuerzos ¡Arrancamos una nueva pretemporada!» Así escribió en su cuenta de Twitter nuestro director técnico el señor Lucas Pusineri y le dio oficialmente para él, inicio a la pretemporada de cara a los retos 2019-II: la Liga Águila y la Copa Águila.

Iniciamos sin sorpresas y en medio como se está volviendo tristemente costumbre, entre muchas dudas, dimes y diretes, rumores, especulaciones y las cosas por su nombre: chismes. Igual, los muchachos ya están en Pance, metidos de cabeza en los entrenamientos y ojalá como lo dice el DT, «con la ilusión intacta» porque no nos digamos mentiras, mucho de lo que hagamos en el torneo depende es de ellos, de su talento, pero sobre todo del compromiso, responsabilidad y voluntad para usarlo. Claro está que esa voluntad como a cualquier profesional, hay que trabajarla y motivarla como es debido con un sentido liderazgo lleno de empatía, conocimiento y ejemplo.

El día 20 de junio los muchachos empezaron a llegar. Fueron 13 los jugadores del primer equipo a quienes se unieron seis canteranos de la reserva para ponerse a las órdenes del departamento médico que lidera el doctor Gustavo Portela.

Los jugadores Deportivo Cali estuvieron atendiendo los exámenes médicos, las pruebas con el InBody, electrocardiogramas, test de fuerza, test de salto, medidas y tallaje.

Estuvieron por el plantel profesional: Johan Wallens, Kevin Velasco, Andrés Colorado, Kevin Moreno, Déiber Caicedo, Yeison Tolosa, Richard Rentería, Juan Carlos Caicedo, Juan David Rengifo, Jimmy Congo, Andrés Balanta, Mateo Puerta, Feiver Mercado.

Y los de la reserva que llegaron fueron: Luis Daniel Ferreira, Jesús Mosquera, Rafael Ortega, Brayan Montaño, Joan Ramírez, Juan David González.

El día 21 de junio continuo lo que sería la evaluación de los jugadores ya con el plantel completo  exceptuando a Camilo Vargas quien se encuentra con la Selección Colombia en Brasil.  El plantel trabajó bajo las órdenes de Ítalo Cervino, Mauricio Guzmán y Daniel Collazos.

Con el arribo a Pance de Lucas Pusineri el día lunes 24 inició formalmente la pretemporada desde donde esperamos lo mejor para un 2019 que reclama una mayor y mejor figuración en los torneos que se disputen y en la que, sin desconocer lo positivo de la gestión, urgen resultados que validen algo del éxito prometido

El plantel trabajó a doble jornada, la primera desde las 8:30 AM y la segunda a las 4:30 PM y se concentró en La Casona de la Sede Campestre.

Se trabaja fuerza, resistencia aeróbica y trabajo con balón. Igualmente se suma el trabajo de Carlos Gutierrez como psicólogo del equipo como apoyo a la parte física y lograr el esquivo equilibrio.

No se han confirmado partidos de preparación hasta el momento.

Tal como dice el profe en su trino están «doblegando los esfuerzos» porque hasta el momento los refuerzos no se ven, los resultados financieros que permitan su llegada siguen estando lejos del ideal y la situación obliga a eso, a «doblegarse» y será lo mismo para nosotros como hinchas y asociados porque venimos de un cierre de temporada bastante triste con resultados adversos en casa (un impensable) y la sensación de que pudo y tuvo que ser mucho más.

Siguen los rumores de salida de jugadores, sin claridad. También se hablan otras cosas acerca de la indumentaria, de posibles llegadas y demás, nada sin confirmación o declaración de prensa oficial y no importa, la verdad es que de a poco sin entrar en el mortal conformismo o en el lamentable «algo es algo» del 2018, vas entendiendo que el momento del club es uno muy complicado y que como dice don Lucas Pusineri, hay que creer en nosotros.

El tema pasa porque arrancó una nueva pretemporada y tal como la del semestre anterior lo hicimos sin todos los refuerzos confirmados, sin un balance claro de la gestión deportiva previa, con una autocrítica censurada por el ego y el orgullo a lo que se suma una hinchada desgastada, expectante, fiel, pero no estúpida.

Arrancamos una nueva pretemporada, obvio quiero y queremos ver al verdiblanco en lo más alto. Cabalgar sin atenuantes los dos torneos y ganarlos, sin excusas y sin temor, pero no hay una declaración compromisoria al respecto, no se siente exista un plan deportivo construido desde lo fundamental: los objetivos.

Estamos salvo que logren mostrar lo contrario, parados en un «esperemos a ver qué pasa» y pues, prefería lo de las «apuestas», porque ahora esperamos es la «sorpresa» y, con la mano en el pecho, el puño cerrado y la mirada al cielo, deseo que llegue, ser sorprendido y podamos, como es el deber, por fin celebrar juntos y no lamentarnos más por lo que pudo haber sido.

Arrancamos una nueva pretemporada. Vamos Cali, con toda, por todo una vez más que acá estaremos hasta el final, procura demorarlo, procura que sea en medio de una fiesta.

Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá.

*Foto e información: DeportivoCali.co