Alfredo_Arias_Deportivo_Cali

Qué difícil resulta ser positivo con el Deportivo Cali por estos días y más si quienes deberían dar la tranquilidad lo que hacen es aumentar la zozobra. No sabemos en qué estamos, cómo vamos o qué nos espera. Vemos las salidas de nuestros jugadores contentos por su paso al futuro, pero con un tufillo maluco de haberse liberado de una maldición. ¿Es tanto así?

¿Qué ha llegado? Tenemos el regreso de Manuel Valencia (volante), Rafael Bustamante (volante) y Eduar Caicedo (central), canteranos que estaban por fuera. A ellos se suma la llegada de Hernan Menosse (central), Jesús Arrieta (delantero), Harold Gómez (lateral), David González (portero) y José Enamorado, mediocampista sub20 que viene a préstamo.

Revisás la nómina rápidamente y bueno, si la del año pasado estaba liviana esta es una versión ligera de la anterior. Tenemos, eso sí, un nuevo DT que le gusta el trabajo, entregar fútbol de mejor calidad y velocidad. Lo que no tenemos es tiempo ni opciones de espera, la hinchada no aguanta un proceso, eso nos juega en contra.

Imáginate hacer un “proceso” con estas primeras fechas del torneo: Bucaramanga (en la ciudad de los parques), Junior, Patriotas (en Tunja), América, Nacional (en el Atanasio), Millonarios, América (en el Pascual) y Pereira… 24 puntos de entrada. A probar finura los muchachos y el profe, recordemos que este torneo no es con ocho clasificados, es con solo cuatro, así que el “algo es algo” deberá ser más que “algo”, ah y por si fuera poco en febrero 11 y 24 jugamos la Suramericana contra el River de Paraguay. Qué lindo y que duro se hará ser hincha del Deportivo Cali.

Sin embargo, Alfredo Arias, nuestro DT, es positivo, al llegar declaró: “Lo dije antes y lo repito hoy, estoy feliz y orgulloso de vestir este escudo. Trataré de ser merecedor de él y de su historia. También quiero honrar la clase de gente que integra esta institución y que es hincha del Deportivo Cali”.

Adicional admitió que se informó acerca del Cali, esto aseveró: “Traté de hablar con los uruguayos que han pasado por Deportivo Cali. Todos coincidieron en lo mismo: es un gran equipo, una gran institución, con una bella gente”.

Bella gente, dice, bella gente que se nota intranquila, distante, inquieta, frustrada y hasta con rabia. Bella gente que se sigue sintiendo engañada por un Comité que no ha estado a la altura de lo ofrecido para ser elegido ni a la altura del compromiso para el que se hicieron elegir. Bella gente que no comulga con la mediocridad.

Bella gente que se hartó de esperar una noticia positiva y que, lamentablemente en su mayoría ve todo lo que sale del club de sus amores como un insulto a su inteligencia y un despropósito sin vergüenza. Si en un momento les hubiera preocupado mas el club que el “qué dirán” hace rato estaríamos hablando de otra cosa.

Bella gente hablando. En las redes sociales y los grupos de WhatsApp se lee de todo y a todos nos cae mierda prácticamente por deporte. Valoro mucho a quien da su opinión con criterio y argumentos, así no sea como la mía, y lo hace de frente, sin esconderse en un perfil falso ni la envía a través de terceros. Gracias por eso.

Se lee de todo, les decía, hay quienes están dispuestos a dejar de ser hinchas del Cali (algunos por segundo año consecutivo) porque la gestión del actual comité no les llena el gusto (o la confianza), ni modo, son actos de cada espíritu y como tal, son actos libres. Cada quien administra su pasión como mejor les convenga, ojalá su pareja no los decepcione nunca, la abandonaran sin siquiera decirle adiós, sí, porque, aunque son amores distintos la lealtad es una. Pero, como les digo, cada quien a su modo y preferencia. No diré que los extrañaré en el estadio o las sedes, porque, la verdad, a duras penas los veo por Twitter porque de ahí no salen y allá si que son “bella gente”.

Se lee de todo, ahora bien, una hipótesis que justificaría nuestra actualidad que me ha llamado particularmente la atención es una que si bien la escuché a mediados del año pasado, por estos días ha recuperado vigor (alimentada indirectamente por focas y acólitos, que insisto son lo peor que nos ha pasado en la historia, ni el narcotráfico nos hizo tanto daño) y es una que está orientada a que los actos de este comité desde el minuto de su posesión con los nombramientos en los cargos clave, las dudas en las transferencias, los actos en contra de la cantera, el gasto excesivo, el despreocuparse de lo deportivo y el modo de actuar del expresidente darían para pensar que habría algo de «intencionalidad» en lo hecho, es decir, que todo lo que nos pasa sería parte de un plan para hacernos ver muy mal, al punto de dejarnos una sola opción: vender.

Pregunté a quien debe saber y me dijo que eso no es así. Le creo.

De todo se lee, insisto. Hay múltiples teorías y motivos del momento actual. Las focas, los amigo/asociados del comité y su séquito de lacayos (nada en contra del animal) tratan de defender lo indefendible con argumentos que ni los hermanos Grimm o Spielberg en su mejor momento hubieran podido construir. Creo que es hora de dejarse de meter tanto cuento y armarse tanta película, viejo, a esa “gentuza” que fue como trataron a los asociados/hinchas que no comulgaron con el anterior presidente, el anterior vicepresidente y el subpresidente (este último correctamente desvinculado del club) nunca la engañaron con eso y ahora menos, al contrario, en su afán por defender lo indefendible han venido alimentando de manera muy nutritiva aquello a lo que dicen no temerle, pero que les quita el sueño: la posibilidad de una revocatoria en marzo.

Revocatoria, sí, de eso también se habla. No he leído o recibido información de una sola propuesta real para que eso suceda ni tampoco he visto argumentos que pasen del vulgar trato al comité o los insultos por “X” o “Y” comportamiento. Todo lo que me han pasado ha sido más a titulo personal que institucional y pues, ¿es eso lo que se requiere en el club? Es decir, ¿Quieren un cambio de CE porque el actual les cae mal o porque obra mal?

Si es lo primero, ¿en serio? No seamos tan oportunistas ni tan cortos de vista, no, no estamos para eso.

Si es lo segundo, listo, argumentos. En lo deportivo habla la estadística y los resultados, ahí hay cierta elocuencia (incluida la gestión administrativa de lo deportivo). Se hicieron algunos correctivos, pero en este campo habla más la pelota y lo que se haga con ella y, como les decía, hasta ahora en la gestión ha sido más bien poco.

Para la parte administrativa revisemos los objetivos trazados versus los logros alcanzados. Finanzas, mercadeo, comunicaciones, gestión de sedes, valoración de marca, atracción de asociados, etc. ¿Cómo están esos números? ¿Qué balance tenemos? ¿Qué reporte de gestión puede entregar el Comité y sus gerencias?

Si el discurso para revocar es uno de odio e insultos no van a lograrla, además, pregunto porque no sé, supongamos lo de la revocatoria se da, ¿Quién o quiénes serian los llamados a ser el nuevo Comité? Lo pregunto porque se debe tener en cuenta el estado actual del club y se necesita mucho más que alguien que caiga bien, sepa recoger firmas y/o ser popular, tiene que ser mucho más que un “bella gente”.

No estoy de acuerdo con una revocatoria sin un plan real de acción con todo lo que requiere para asegurar que la institución no sufrirá un golpe adicional. Esto debe ser estudiado, bien presentado y sobre todo considerando las implicaciones de tal determinación que, incluso, debe también considerar reforma de los estatutos que, al igual que la posible revocatoria, debe estar bien estudiada, argumentada y construida para favorecer al Deportivo Cali en un entorno actual en lo deportivo, administrativo y de acuerdo al sentir de asociados e hinchas. Todos.

Pucha, es difícil ser positivo con el Deportivo Cali por estos días. Es difícil demostrar que de verdad somos “bella gente” como dicen los uruguayos que pasaron por el club que somos, lo triste, es que SÍ lo somos, somos bella gente, solo que nos están abusando y eso, por más bella o gente que seas, no le gusta a nadie.

Amanecerá y veremos, por mi lado seguiré aquí, aportando, sumando, desmintiendo al mentiroso y defendiendo al club al que amo y amaré sin importar qué o quiénes, no porque quiera ser o no “bella gente” sino porque el Cali es más que el verde y el blanco para mí, es lo que le da color a mis días, es el que alimenta mis ilusiones, es el que me une con mi familia, la biológica y la de Palmaseca, es lo que nutre mis emociones.

Al Cali lo amo, por eso me duele, por eso me intranquiliza y lo que pasa a su alrededor me frustra, pero no por eso perderé lo que siento por él y mucho menos lo “bella gente” así ser positivo sea difícil o, incluso, mal visto, a mi qué me importa, es mi Cali.

Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá.

 

*Foto y declaraciones Alfredo Arias: DeportivoCali.co