Pasan de las diez de la noche del lunes 19 de octubre. Del Estadio Deportivo Cali salen dos equipos, el azucarero con los tres puntos y el cardenal, derrotado. El partido estuvo movido, de un lado para otro en un gramado que necesita urgente ser atendido porque no luce como debería. Hubo goles, sí, cinco, dos de Independiente Santa Fe y tres del Deportivo Cali. Ganamos, sí, Cali ganó este encuentro de emociones VARiadas.

Sigue siendo raro, inusual y por más que uno trata de adaptarse (no acostumbrarse, de ninguna manera) el no estar en el estadio es complejo, más en partidos como estos en donde, quién sabe motivados por qué (o quién) los árbitros, el del campo y el del VAR, deciden darles más recordación a sus decisiones que al trámite del encuentro que, a las jugadas, a los jugadores y, tal vez para algunos, al resultado.

Es muy simple, entre Vergara, el juez y Gallo, el del VAR, decidieron sancionar un penal que no era, dejar de pitar otro que sí lo fue y cerrar con uno que tranquilamente, pudo dejarse sin cobrar. Una pena que el partido, el clásico de la fecha 15 de la Liga BetPlay, tuviera a estos personajes que digamos por aquello de que nadie es culpable hasta que no se le pruebe lo contrario, erraron, con majestuosidad, pero de buena fe.

Deportivo Cali ganó, nos pone en la tabla en el cuarto lugar con 27 unidades, cerca de la clasificación. 18 fechas invicto llevamos, 15 en esta Liga. Ángelo marcó, por fin, su primer gol con la camiseta verdiblanca por el torneo local y Agustín Palavecino ajusto ocho goles anotados por el campeonato de la Dimayor.

Ganamos, sí, pero hay que seguir trabajando en varios aspectos, sobre todo en lo de control de partido. Un equipo con diez elementos no debe anotarte un gol, no en pelota quieta, no con un rematador sin referencia y no de esa manera tan sencilla. Corregir ganando es mucho más cómodo que hacerlo en la derrota, es cierto, bueno, hagámoslo.

Los dirigidos por Alfredo Arias encontraron mejor juego, estuvieron parados y como varones, aun atragantados de frustración y rabia, levantaron cabeza y lograron no solo sacarse el error del juez amparado por el VAR al sufrir un gol en contra derivado de un penal que no fue, sino que también, siguieron al frente, con vergüenza, con pundonor y compromiso. Notable, emocionante sentirlos así, verlos con las ganas que tenemos los hinchas de cerrarle la boca a los detractores sin abrir la nuestra.

Gol de Ángelo quien aprovechó un generoso regalo del central de Santa Fe para reencontrarse con las redes tras mucha espera. Salió al costado de norte con occidental a celebrar y allá llegaron sus compañeros, uno por uno, gritando felices, acompañando su respiro, su momento, celebrando la llegada de ese gol como un bálsamo. Llegaron, uno a uno, pero prácticamente todos a abrazarlo, a darle golpecitos en la cabeza, a decirle “¿Viste, viste?” y seguir con él durante el juego al punto que el delantero fue escogido como la figura de la cancha. Confianza, fe y unión. Lindo mensaje, emotivo mensaje, esperanzadora realidad.

Creo conveniente, por salud mental y porque, bueno, es más nutritivo, enfocarse en eso, en que los muchachos superaron la adversidad que deja una injusticia, esas que le quitan la moral hasta a Jorge Duque Linares y sin perder el foco siguieron empujando por lograr una victoria en un partido que te lo empatan cerca del final. La forma, bueno, es lo que los jueces, el de campo y VAR, decidieron, pero el motivo fue uno: ganar.

No me acostumbro, no creo que lo haga, a no estar en la cancha. Anoche rabié (creo que de más), celebré y me emocioné como hace rato no con nuestro Deportivo Cali. Era un partido para estar, además de alma, de cuerpo, con ellos ahí, alentando, empujando y haciéndonos más fuertes desde el deseo de salir adelante contra todo, contra todos como debe ser siempre, por eso somos lo que somos y no menos, porque sin importar qué o quién, aquí estamos y seguimos, de frente.

Gracias muchachos, gracias profe Arias por el juego, por la energía, por la entrega, por las emociones y por hacer respetar la casa. Faltan puntos, faltan logros, faltan cosas… sí, pero estamos unidos, fuertes y muy de frente, así será, junto con el compromiso y el trabajo, menos complejo alcanzarlos.

Vamos Cali.

Nos veremos en el estadio, seguramente pronto, ojalá, pero mientras nos leemos por acá.

*Foto: Deportivo Cali.