Definitivamente somos inviables.

Llevo muchos años pensando en la viabilidad del Deportivo Cali, cada año se repite el modelo y consecuentemente se repite el fracaso.

Soy utópico por naturaleza y optimista por necesidad, por eso sigo buscando alternativas y posibilidades. Los pocos caminos conducen a nuestra esencia, a la realidad con que contamos: la cantera.

Soy consciente de que no hay cosecha porque el camino de la siembra hace mucho tiempo se desvió, aún así creo que se puede hacer un inventario de lo que hay, sumar jugadores jóvenes de proyección de de otros equipos (creo que seguimos teniendo el atractivo de la vitrina) y completar con uno o dos refuerzos de experiencia.

Tenemos en negro la tabla del descenso para «darnos la pela» por lo menos dos años, podríamos esperar resultados no antes del tercer año. Claro está que pueden existir muchas otras alternativas, pero esta es una que resiste nuestra actual capacidad financiera.

Desde luego este tiempo se tiene que aprovechar al máximo: Reestructurar el proceso cantera, construir el proyecto institucional que defina los criterios y protocolos para gestionar eficazmente el fútbol y los ajustes que requiera el club para fortalecer su organización (reforma de estatutos, código de ética, etc.).

Al final todas las propuestas se encuentran con una pared: La sociedad Deportivo Cali; una sociedad que vive del pasado, que no construye, que no sabe del fútbol, que no se integra, que no se prepara, que no reconoce la diferencia, en fin que no merece avanzar.

El mejor ejemplo que tipifica lo que menciono lo encontramos con Humberto Arias, vilipendiado y estigmatizado, llamado «El Zapatero» por muchos dirigentes que no han logrado resultados parecidos a los del viejo.

Arias tuvo que soportar muchos desaires y bajadas de caña de nosotros, pero fue consistente con su convicción y las realizaciones saltan a la vista, patrimonial y deportivamente. Solo años después algunos reconocen su aporte al Cali.

Sin ir más lejos, muchos de esta sociedad, en la misma lógica del vilipendio y la estigmatización llaman al señor Tulio Gomez «El Verdulero» o » El Galembero», yo sólo veo a un emprendedor exitoso en sus negocios y ahora exitoso dirigente deportivo.

Lo que no nos deja avanzar es lógica mezquina de nuestra sociedad, es su falta de cohesión y la cantidad de intereses particulares. Así existan muchas formas o formulas para salir adelante, nuestra postura como sociedad me hace pensar que SOMOS DEFINITIVAMENTE INVIABLES.

PD. Algunos tampoco reconocen los aportes generosos de Maria Clara Naranjo. Quizás su error fue darnos oxigeno y diferir la terrible realidad.

Julio Gordillo.

Imagen
La opinión es de Julio Gordillo dentro del espacio disponible para compartirlas con absoluta responsabilidad y respeto. Julio Gordillo es asociado al Deportivo Cali, comunicador social, asesor en estrategia, publicidad y mercadeo, actualmente es el gerente de Atocha Ltda. Su Twitter es: @JuGordillo

*Foto: Win Sports.