Rafael Dudamel, campeón azucarero como jugador y entrenador, dejó de ser el DT del Deportivo Cali tras una campaña, posterior a los tres meses que nos permitieron alcanzar la décima, sin resultados y con un balance pobre. Se va el profe, para la mayoría sin mediar el sentimiento solo apalancados en la lógica, se va tarde y de la peor manera. No lo sacaron, se sacó. Duele, molesta y preocupa, porque es otro ídolo del club que viene desde el amor y se va con lo opuesto. No debería ser así, pero era insostenible. Ciclo cerrado.

El Deportivo Cali tiene una nómina conformada de una manera irregular. Salieron elementos, llegaron otros. No hay refuerzos, son contrataciones y algunas sin ton ni son, no se orientó a resolver prioridades, al menos no las deportivas. El equipo venía jugando mal, sin alma y lejos de lo que el hincha admira y el asociado reclama. Rafael tenía que salir, tristemente por el ídolo, pero por el bien de la institución.

Hay voces por todas partes, es claro, el sentimiento abre los debates y toda opinión es valiosa, con respeto y orientada al final a la construcción, es bienvenida y entre ellas quiero destacar algunas compartiéndolas por acá y dejándolas para revisarlas, porque hacen sentido y procuran lo que necesitamos, un Deportivo Cali con un rumbo claro, con un futuro menos incierto, mejor.

Por ejemplo, Paula Andrea en su cuenta de Twitter se cuestiona, y con razón, por esto: “Más de 20 directores técnicos han dirigido al Cali desde el año 2000, tres títulos en Liga, uno en Copa y otro en Súper Liga. Una historia reciente de despidos, fracasos, técnicos e ídolos que se van por la puerta de atrás, ¿La solución sigue siendo despedir solo al DT?”

Hay, como se ha hecho desde un tiempo atrás entrar a revisar en profundidad este tema, como lo anota, también en su Twitter Julio con una solicitud, un consejo: “En el Deportivo Cali el problema es de bitácora y no del capitán de la nave. Sin saber que se quiere no vamos a llegar a puerto. Directivos dejen soberbia y ego aún lado y permitan la autocrítica que logre mejor orientación, dejen que los que saben del tema manejen el fútbol”

Los argumentos para este debate son claros. En uno de los grupos de asociados e hinchas del Cali algo uno de los miembros compartió algo que es cierto y que suma a los comentarios de Paula y Julio, Roberto decía, palabras más, palabras menos algo como esto: Antes de traer a otro DT, cualquiera que sea, la pregunta que se debe resolver es la de para qué es que lo vamos a traer. Para salir campeón, para competir e ir llevando a los canteranos o para qué. Sin eso puede venir el que sea, no pasará nada.

Tanto Paula como Julio y Roberto dan en el clavo. ¿Cuál es nuestro proyecto deportivo? Miremos algo rápido, el título de 2015, el famoso “70/30” y el reciente campeonato, el del “Amor de Primavera” tuvieron un eco oculto dentro del mundo del fútbol, entre hinchas y seguidores del Cali y es que en varios escenarios se habló, no de merecimiento o de fruto de un proyecto, sino que ambos campeonatos, el de Pecoso y el de Dudamel, se “le aparecieron al Cali, porque no contaban con ellos” y ambos, uno en Copa Libertadores y otro en Liga -y en todo- han probado que aunque es el deseo de todos, salir campeón es un problema. Uno feliz, pero problema y que el club, como institución con todos sus componentes, no está listo para enfrentarse a un logro así, al menos no como estamos ahora. Raro, porque antes se pudo, y de la mejor manera, ¿por qué ahora no?

Gustavo, en el mismo chat en el que participa Roberto, anotó algo más que suma a esto, él escribió: “Con un proyecto deportivo consolidado no nos meten un Vuletich” y es así, ¿para qué un jugador así?, independiente de su condición o, ¿para qué un Leyton?, por no dejar solo al ariete.

La llegada de estos jugadores no tiene sentido, son nombres, hombres para posiciones que, si bien se requerían, obligaban a mirar perfiles diferentes o, entrado en consecuencia, buscar en la Cantera, como debe ser. Podrán apuntar al empresario, al capricho del entrenador que, apalancado en los resultados pide como heredero de petrolero, pero al final es la falta de proyecto, de una norte en lo deportivo lo que permite estos tumbos. 

La salida de Rafael Dudamel obedeció, según lo que leo y cuentan, a muchos factores, el tuitero SonDelaB5 en su cuenta consignó lo siguiente respecto a eso: “No va más Dudamel, se le abona que cobró solo hasta junio, la plata de los premios y chao. Gracias por la décima, pero su orgullo y prepotencia le cobraron factura y por ahí derecho al equipo” y cierra su trino con: «Antes de la caída está la soberbia»

Al profe lo expresado por Óscar en un trino: “Muchas gracias ídolo, Rafael Edgar Dudamel Ochoa por siempre en el corazón” lo comparto plenamente. Gracias de verdad, por el trofeo, la décima es ahora un ciclo cerrado, pero nos permite, desde el deber y la urgencia, el retomar estas reflexiones y buscar eco en el Comité para el tema central: nuestro eje futbolístico, nuestro proyecto Deportivo y desde ahí se irá resolviendo, espero, todo lo demás.

Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá.

*Foto: Bernardo Peña, tomada de El País.